Gestionar la incertidumbre: la seguridad del agua en tela de juicio
Los peligros relacionados con el agua afectan al 80% de la población mundial y se avecina una grave crisis hídrica de aquí a 2070. La actitud de business-as-usual es inaceptable. La gestión del agua es una cuestión científica, pero también es un tema político, de gobernanza y de valores sociales. Se necesita con urgencia una nueva ciencia interdisciplinaria.Los recursos mundiales de agua dulce estarán sujetos en el siglo XXI a una presión sin precedentes. El aumento de la población mundial y el desarrollo económico acarrean una demanda cada vez mayor de recursos hídricos.
El uso excesivo del agua tiene ya como consecuencias la disminución del caudal de los ríos, la desaparición de lagos y humedales y el descenso en el nivel de los mantos freáticos.
El ejemplo más impresionante de este fenómeno es la casi desaparición del mar de Aral, en Asia Central, que antes era el cuarto lago salado del mundo. En apenas 40 años se ha convertido en un páramo y hoy en día ocupa solo el 10% de su superficie original, a causa de los trasvases de agua de los ríos que en él desembocan.
En general, los efectos de la actividad humana sobre los sistemas naturales son tan extensos, que se ha creado el término “Antropoceno” para designar la era geológica actual.
La urbanización (más de la mitad de la población mundial vive ahora en ciudades), la deforestación y el desarrollo agrícola (1.500 millones de hectáreas en todo el mundo) han repercutido de manera drástica en la hidrología y la calidad del agua.